La situación de los niños venezolanos indocumentados en la frontera Colombia - Venezuela es preocupante, señala Save the Children
Jueves 16 Noviembre 2017
Entre el 7 y 10 de noviembre el equipo de la Fundación Save the Children Colombia recibió la visita y el acompañamiento del señor Steve Morgan – Director de la Iniciativa Global de Desplazamiento y Migración a los puntos fronterizos entre Colombia y Venezuela en Cúcuta (Norte de Santander) y Maicao (La Guajira).
Durante estos días el equipo de Save the Children sostuvo reuniones con miembros de los Equipos Locales de Coordinación - ELC, como Consejo Noruego para Refugiados - NRC, Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios - OCHA, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados - ACNUR, Programa Mundial de Alimentos - PMA, Pastoral Social y la Misión Scalabriniana.
Así mismo, se realizaron visitas a los centros de atención al migrante, el Puente Internacional Simón Bolívar y el paso fronterizo de Paraguachón sosteniendo reuniones con autoridades locales y migratorias para conocer de primera mano los retos que ha implicado para estos territorios la afluencia de ciudadanos colombianos retornados y ciudadanos venezolanos.
A partir de las entrevistas con las organizaciones y algunos migrantes, Save the Children extrae los siguientes mensajes:
La crisis migratoria de colombianos y venezolanos, muestra que las personas más vulnerables se están quedando en las áreas de frontera que históricamente son las más afectadas por el conflicto, la falta de acceso a servicios, incrementando la vulnerabilidad de estas personas.
“La población migrante es más que números, son sujetos de derechos”; más allá de garantizar su documentación y estancia regular en territorio colombiano, es requerido el fortalecimiento de las instituciones garantes de derechos para el acceso efectivo, principalmente a servicios de salud y educación.
El principal reto es saber quiénes son los migrantes, sus expectativas y necesidades. La dificultad en establecer perfiles migratorios y cifras exactas de los flujos de personas en la frontera ha impedido visibilizar apropiadamente la situación humanitaria de la población e incrementar riesgos de trata y explotación sexual y laboral.
Preocupante la situación de niños y niñas nacidos en Venezuela, que se encuentran sin documentos y esto no les permite acceder a los servicios de salud y educación. Las problemáticas fronterizas no son solo asunto de los territorios, sino que deben ser preocupación del gobierno nacional. Es importante propender por el acercamiento entre los municipios del área de frontera y el gobierno central para buscar soluciones conjuntas.
“Venezuela fue un buen vecino de Colombia en el pasado, no debemos olvidarlo”; muchas de las personas entrevistadas afirman que es el tiempo de mostrar solidaridad y acoger a quienes retornan de Venezuela, ofreciendo oportunidades para su inclusión social y económica. El sector privado será un actor clave para este propósito.
